El novio de la muerte
En esta Semana Santa pasada por agua, en la que no ha salido la procesión de Los Estudiantes en Madrid, mi procesión, pero tampoco otras muchas a lo largo y ancho de España, sí ha brillado una vez más en Málaga la Legión, con el traslado hasta su trono del Cristo de la Buena Muerte, el Cristo de Mena. Y he recordado, con un nudo en la garganta y en el alma, esa "Semana Santa", única e irrepetible, en el verano madrileño de 2011. Un año de difíciles recuerdos, en los que fue una excepción esa noche de agosto repleta de procesiones en el centro de Madrid. Y en concreto se me quedó grabada para siempre la del Cristo custodiado por los caballeros legionarios. Acompañé a la Legión, como muchos otros madrileños, durante toda la madrugada por la Calle de Alcalá, Puerta del Sol, calle del Arenal y Bailén hasta el Palacio Real, mientras cantaban a pleno pulmón, ellos y nosotros, ese himno que te hiela la sangre: "El novio de la muerte". Acabé cantando a gritos ju...