Se vende casa de pueblo

Calle Mayor de Uceda La casa de mi abuela siempre me daba mucho respeto. O quizás era miedo. Mis primos mayores, y alguna de mis tías, nos contaban historias del más allá, que se habían producido en alguna de las estancias del viejo edificio. El desván repleto de cachivaches , adonde solo se llegaba a través de una puerta en el cuarto de baño que estaba siempre, siempre, cerrada, la bodega y sobre todo las escaleras que llevaban a un piso superior oscuro, negro, misterioso eran objeto de mis peores pesadillas, incluso mucho años después. Una vez me contaron que mientras jugaban a las cartas en una salita de la planta baja, vieron la sombra de una anciana , candil en mano, que subía por las escaleras. En otra ocasión, en una de las habitaciones superiores, mi prima sintió una presencia que no le permitió moverse de la cama ni pedir auxilio. En un cuarto de al lado, era habitual que mi primo sintiera que no estaba solo, sino muy acompañado, y no precisamente por personas...