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El verano más raro

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  El río de las huertas, a finales de agosto Septiembre va entrando poco a poco en el calendario de esta pandemia que sufrimos desde marzo. ¿En qué momento empezaron a torcerse las cosas de nuevo, una vez metidos ya en la "nueva normalidad"? A principios de julio empezó a hablarse de rebrotes muy concretos y localizados. Recuerdo que se informaba incluso del número de contactos que habían tenido los contagiados. Ahora volvemos a tener miles de infectados   al día, y según la información que publicó ABC, los muertos superaban los 200 diarios a finales de julio y principios de agosto. Aunque esa cifra no es, y seguramente nunca será, la oficial. Madrid se ha convertido en una ciudad triste, apagada. Calles sin turistas, comercios cerrados, bares medio vacíos, mascarillas a tutiplén y nada de besos ni abrazos. En los restaurantes se acabaron las cartas. Ahora te las tienes que descargar con el móvil, para no tocarlas. El gel hidroalcohólico está en cada esquina. Hay una obsesión

Negativo

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Madrid, atardecer del 13 de mayo de 2020 "Vivir mucho tiempo a solas en el espesor cerrado de uno mismo es como trabajar en un sótano o en un pozo. El antídoto de los fantasmas son las presencias verdaderas. Solo las voces cercanas, las voces reales, las voces cordiales de la amistad y la ternura, disipan o alejan las otras voces que no oyes más que tú". Antonio Muñoz Molina, en "Un andar solitario entre la gente" .................................... Hoy se cumplen dos meses desde que Pedro Sánchez decretó el estado de alarma en España por la pandemia del coronavirus, y qué mejor manera de "celebrarlo" que hacerme la prueba. A las 9.45 tenía cita en Quirón. Un pinchacito en el dedo y 20 minutos después ya tenía el resultado: negativo. Ni tengo Covid-19 ni he creado anticuerpos, lo cual no sé si es bueno o malo, porque sigo estando totalmente expuesto al bicho. Estar solo en el confinamiento se hace muy cuesta arriba a veces, pero he tenido mi

Sensaciones de fin de año

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Navidades, diciembre 2019 "¿Qué sentido tenía conquistar mundos si al final del camino no tenías con quien compartirlos? ¿Para qué servía la vida sino para mezclarla y agitarla con otras?" Javier Sierra, en "La pirámide inmortal" ......................... Este último día del año amanece en Uceda con frío, con un par de grados bajo cero. Cuando salgo para el Pontón, el termómetro marca un grado a eso de las diez de la mañana. Según pasen las horas, el calor se dejará sentir y al final acabaré comiendo mis lentejas en la terraza al sol. El año 2019 se nos va. Recuerdo cuando era pequeño y pensaba en el año 2000, como un horizonte lejano, misterioso, casi irreal. Pensar en esa fecha mágica era imaginar otro mundo, de ciencia ficción, con mucho sol y calor. Sí, lo imaginaba así. Con mucha luz, bajo un sol de justicia. Podía hacerme una idea mental de ese mundo que se asomaba en lo que entonces me parecía lejísimos. Aunque apenas podía imaginarme a mí mismo. 

Escapada al norte (final de camino)

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Objetivo cumplido. Baiona, 11 de julio de 2019 "Quiero vivir 500 vidas,  Quiero una distinta cada día. (...) Quiero capturar este momento Y convertirlo en un segundo eterno. Quiero recurrir a su recuerdo Cuando me amenacen malos tiempos. Quiero desafiar las leyes De la vida y de la muerte. Quiero regresar a este lugar Donde el tiempo aún me pertenece" "500 vidas", de Amaral .................. Jueves, 11 de julio. Amanezco en Baiona. Duermo en Madrid. Entre medias: último paseo junto al mar y más de 600 kilómetros de carretera. Kilometraje: 2.286,3 km. Comida: Sin comer. Cena: Pasta en casa. Momento del día: La despedida junto al mar. Lo mejor: Los recuerdos y las vivencias que me quedan. Lo peor: el viaje de vuelta larguísimo. No sé si ha sido el viaje de mi vida, pero estoy convencido de que dejará huella. Hace meses me di cuenta de que necesitaba una escapada yo solo. Sin planificar demasiado. A los sitios que siempre me ha apetecido

Escapada al norte (día 18)

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Puesta de sol en Baiona, con las islas Cíes al fondo Miércoles, 10 de julio. Amanezco en Baiona (hotel Tres Carabelas). Duermo en Baiona. Entre medias: Caminata, cervecitas, puesta de sol, cena buena y más cervecitas. Kilometraje: 1.660 km. Comida: Tapas con las cervezas y tosta de salmón. Cena: Pulpo a feira, pimientos de padrón, chipirones, flan de queso y un Ribeiro bueno, bueno. Momento del día: La puesta de sol desde el monte de la Virgen de la Roca. Lo mejor: Las cervecitas con Maria Eugenia. Lo peor: La falta de sueño. Mi tiempo se ha detenido en Baiona. Luce un día clarísimo por la mañana, con un calor moderado. Son unos 28 o 29 grados, muy bien soportables. Con este buen tiempo, y con el bañador puesto por si acaso nos da por meternos en la playa, Mariu y yo damos una buena caminata por el pueblo, rodeamos el parador y acabamos tomando nuestras primeras cervezas del día. Aquí te ponen unas tapas para acompañar que da gusto. En una de las veces nos traen las c

Escapada al norte (día 17)

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Vista del Faro de Finisterre, a lo lejos Martes, 9 de julio Amanezco en Finisterre (hotel rural Prado da Viña). Duermo en Baiona (Hotel Tres Carabelas). Entre medias: varias horas de coche por carreteras secundarias, playa de la Lanzada y paseo por Baiona. Kilometraje: 1.660 km. Comida: Sin comer. Cena: Arroz con bogavante, chipirones, tarta de queso y Albariño. Momento del día: El reencuentro con Maria Eugenia, después de más de 20 años. Lo mejor: La caminata por la Lanzada, tantos años después. Lo peor: El baño del hotel de Finisterre, y sobre todo la ducha, preparada para dar esos masajes por todas partes y que necesita un manual de instrucciones para ponerse en marcha. Pero yo solo quería ducharme, y me fui sin hacerlo. En Finisterre tienes la sensación de estar, efectivamente, en el fin del mundo. Es hora de coger el coche y emprender la última etapa del camino que me ha llevado por todo el norte de España. Opto por ir por carreteras secundarias (y terci

Escapada al norte (día 16)

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Puerto de Finisterre Lunes, 8 de julio Amanezco en Ferrol. Duermo en Finisterre (Hotel rural Prado Da Viña, 40 euros, desayuno incluido. Se duerme bien, cama cómoda). Entre medias: Carretera secundaria, más de dos horas. Playa de Langosteira, puerto de Finisterre y Faro. Kilometraje: 1.418,8 km Comida: manzanas y yogur. Cena: Sopa de pescado y marisco, pescado a la parrilla y arroz con leche, más dos copas de ribeiro (12 euros). Momento del día: Regreso al faro de Finisterre. Lo mejor: la caminata hasta el Faro. Lo peor: el wifi del hotel. Por la noche me quedo colgado. El desayuno en el Parador es una gozada, las cosas como son. Recargo bien las pilas, llevo conmigo un par de manzanas y cojo carretera. Salgo de Ferrol con 18 grados. Por delante, más de dos horas de carreteras secundarias hasta llegar a Finisterre. Eludo las autopistas. Voy despacio, sin prisa. También se disfruta en los trayectos. Y descubro una gasolinera que es unos 10 céntimos más barata que la de