Escapada al norte (final de camino)

Objetivo cumplido. Baiona, 11 de julio de 2019
"Quiero vivir 500 vidas, 
Quiero una distinta cada día.
(...)
Quiero capturar este momento
Y convertirlo en un segundo eterno.
Quiero recurrir a su recuerdo
Cuando me amenacen malos tiempos.

Quiero desafiar las leyes
De la vida y de la muerte.
Quiero regresar a este lugar
Donde el tiempo aún me pertenece"

"500 vidas", de Amaral
..................

Jueves, 11 de julio.
Amanezco en Baiona.
Duermo en Madrid.
Entre medias: último paseo junto al mar y más de 600 kilómetros de carretera.
Kilometraje: 2.286,3 km.
Comida: Sin comer.
Cena: Pasta en casa.
Momento del día: La despedida junto al mar.
Lo mejor: Los recuerdos y las vivencias que me quedan.
Lo peor: el viaje de vuelta larguísimo.

No sé si ha sido el viaje de mi vida, pero estoy convencido de que dejará huella. Hace meses me di cuenta de que necesitaba una escapada yo solo. Sin planificar demasiado. A los sitios que siempre me ha apetecido ir, a mi ritmo, con todo el tiempo a mi disposición para que lo emplease en lo que quisiera, siendo yo mismo. Y tuve muy claro que quería ir al norte de España, recorrer la costa del Cantábrico. Hacer el viaje, en definitiva, que siempre quise hacer.

Decidí que empezaría en Laredo, pero no tenía ni idea de cuánto tiempo estaría por ahí, si acabaría cansado de mí mismo y aburrido, o aguantaría hasta que el presupuesto se me agotara. Y he llegado hasta el final, hasta Baiona, después de recorrer más de 1.600 kilómetros por el Cantábrico y el Atlántico desde que partí de Uceda el 23 de junio. 

Soy madrileño por los cuatro costados, pero el norte me tira mucho, a todas horas. Y ahora, de vuelta en Madrid, sé que volveré no una, sino muchas veces más. 

Lo mejor de este viaje inolvidable, que me ha permitido reencontrarme y reconciliarme conmigo mismo, se lo dedico a mis padres, a los que les gustaba el norte tanto como a mí, y que habrían disfrutado de cada rincón que he conocido, pero que también se habrían sentido felices de verme a mí feliz.

Papá, mamá, viajé por mí, pero también viajé por vosotros y con vosotros.
In memoriam.


Baiona

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