Escapada al norte (día 4)

San Vicente de la Barquera

Amanezco en Noja.
Duermo en San Vicente de la Barquera.
Entre medias: Liérganes. 
Kilometraje: 559.80
Comida: A destiempo y mal, manzana, plátanos, zanahorias y frutos secos.
Cena: En San Vicente. Paella de marisco, bacalao a la sidra y arroz con leche. 11 euros.
Momento del día: Pulsera en San Vicente. 2,50 euros. Y entrada en la habitación del hotel Azul de Galimar. Una gozada.
Lo mejor: El baño por la mañana en la playa de Ris, en Noja. Hay que volver y pronto.
Lo peor: La comida, mi comida...

El hotel Hoya me lo apunto para volver. Es un tanto frío, de ambiente, en las habitaciones. Tipo hospital. Pero el trato es muy bueno, y el lugar, privilegiado junto a la playa de Ris, en primera línea. Esta playa es una auténtica pasada. 

De Noja me dirijo a Liérganes, recomendado sobre la marcha. La ola de calor aprieta en Cantabria también. Significa que cuando salgo de Noja estamos a unos 24 grados. En la autopista el termómetro del coche roza los 30, y en Liérganes, en plena montaña, baja algo, pero el calor asfixiante se nota aquí también. Es un pueblo turístico. Muy bonito, pero lleno de turistas. En invierno debe de ser mucho más espectacular. 

De Liérganes voy a San Vicente de la Barquera, y fuerzo el GPS para ir lo más pegado posible a la costa. Paso por Suances y por Comillas, pero sin parar. San Vicente es de la liga superior. Un pueblo pesquero precioso, agradable. Merece la pena ir a la ermita de la Virgen de la Barquera, leer su historia y hacerle una visita dentro. La gente se hace fotos fuera, pero la iglesia, con las puertas abiertas, está vacía. De ahí camino hasta el espigón, desde donde se ve el faro. El mar Cantábrico está muy tranquilo, demasiado. Pero hay señales que avisan del peligro de los temporales, cuando las olas saltan el muro y pueden llevarte por delante.

Playa de Ris, Noja